la contaminación del agua y sus consecuencias
 “Cada gota de agua es vida”,
                            
En veinte años más, las muertes y enfermedades ocasionadas por la escasez y la contaminación del agua pueden adquirir dimensiones trágicas. América del Sur tiene el 20% de las reservas de agua potable del mundo, un tesoro de vida que algunos pretenden privatizar.
Según la Organización de las Naciones Unidas (ONU), en la actualidad, de los 6.250 millones de habitantes, 1.100 millones no tienen acceso al agua potable y 2.400 millones carecen de un saneamiento adecuado. Las cifras involucran en valores aproximados al 40 por ciento de la población mundial. Las páginas más negras del informe dan cuenta de que cinco millones de personas la mayoría, niños mueren cada año por beber agua contaminada. El mismo informe advierte que, de no revertirse este panorama, en el año 2025, las muertes y las enfermedades ocasionadas por la escasez y la contaminación del agua podrían adquirir dimensiones trágicas..
Nadie puede dudar de la importancia del agua, quizás el único elemento indispensable para el desarrollo de la vida. La escasez del agua dulce a nivel mundial es un problema de dramática prioridad, ya que representa un porcentaje limitadísimo en relación con el total de agua en el planeta: sólo el 3 por ciento, del cual menos del 1 por ciento es accesible, dado que el resto se encuentra congelada en los glaciares o a grandes profundidades, como es el caso de los acuíferos. El 97 por ciento restante es agua salada, no apropiada para la mayor parte de las actividades humanas.
A pesar de que el ciclo del agua es continuo y perpetuo, la explosión demográfica hace que cada vez se necesité más. Las principales causas que agravan la situación son el derroche indiscriminado de agua potable y la falta de herramientas legales para sancionar; el déficit de servicios básicos de abastecimiento y saneamiento, la degradación y contaminación de los cursos de agua superficiales,’tanto por la descarga de efluentes urbanos como industriales; el manejo inadecuado de’ las cuencas hidrográficas; la deforestación indiscriminada de vastas zonas geográficas y daños causados por la falta de regulación del uso del suelo ante inundaciones.
Una persona puede llegar a consumir mas de 200 litros de aua por dia